PUEDO CON TODO… EXCEPTO CON MI PROPIA DESORIENTACIÓN

 

¡¡¡Buenassss buenasssssssss!!!

Que por fin es juernes y el cuerpassso lo sabe, ¿eh?

Quien bien me conoce sabe que soy una cinéfila de bien.

Hace muchos, muchos años… vi por primera vez una película.

Y no hablo de mi primera peli.

No, no.

Te voy a escribir de una de las películas que más me han marcado a nivel personal.

Esta joyita cinematográfica está protagonizada por Reese Witherspoon, esa actriz rubita, conocida por papeles más cómicos. Wild es la historia de una mujer que, tras una vida llena de decisiones brillantes como el divorcio, el abuso de drogas y el duelo por su madre, decide caminar 1,100 millas sola por el desierto de la Costa del Pacífico. Claro, porque todos sabemos que las largas caminatas solitarias a través de montañas, ríos y desiertos son el remedio perfecto para encontrarse contigo misma. Entre resbalones, gritos internos y reflexiones filosóficas sobre lo mal que lo ha hecho todo, Cheryl (con la mochila de una campeona) llega al final del sendero… y sin haber sido devorada por un oso.

Pero, lógicamente en el #postdelosjuernes no sólo te voy a escribir sobre esta peli, misiela.

Esta vez te vengo a hablar de la idea de viajar en soledad.

Esa idea que, mientras para unos es una maravilla única y excepcional; para otras puede ser la peor idea jamás pensada.

Que me lo ha contado una amiga.

Ya todos sabemos que la amiga soy yo, ¿no?

Y, como siempre, espero que te guste…

 

 

Viajar sola.

 

Inicios de 2020 y me planteo viajar solita, beibi. 

Auto regalarme una escapada cumpleañera.

Y es que 37 años era una cifra que sonaba muy muy bien para ser celebrada a lo “grande”.

Entonces empiezas a tramar la idea.

Esa maravillosa idea que suena genial hasta que te enfrentas a la cruda realidad de que no tienes ni idea de lo que estás haciendo.

Todo comienza con una conversación inspiradora con tus amigos – o viendo reels de Instagram- donde ellos te cuentan lo increíble que es viajar solo.

Deleitas tus orejitas con historias sobre cómo conectaron con su ser interior, descubrieron nuevos horizontes y, por supuesto, se tomaron fotos en lugares que parecen sacados del National Geographic.

Tú, inocente y llena de buenas intenciones, piensas…

¿Por qué no?

«Yo también puedo ser esa persona que se ve increíblemente chill, disfrutando de un café en París mientras mira por la ventana dirección a la Torre Eiffel como si su vida estuviera completamente resuelta.”

Así que, con un toque de valentía que te da la ignorancia -que ya sabemos que la ignorancia es muy atrevida-, decides dar el gran paso.

Pero, claro, después de comprar el billete, empiezan los sudores fríos y a preguntarte si realmente puedes sobrevivir a la experiencia sin acabar en una crisis existencial en medio del aeropuerto de Orly.

El primer gran paso es elegir el destino.

Digo yo que, al menos, tendrás que saber a dónde quieres ir…

O a dónde buenamente tu presupuesto viajero te lleve.

Y suena facilito, ¿no?

Pues no.

En la práctica es una agonía.

¿La Toscana italiana?

Bueno, seguro que no me pierdo mucho. Total, el italiano y el español se parecen bastante.

¿Tailandia?

Vaya, un poquito de aprendizaje del idioma en tres día o arriesgar a pedir comida que ni sabes lo que es…

Así que, después de días de incertidumbre, por fin eliges un lugar más favorito.

Probablemente basado en lo que te sale en Instagram y no en tu capacidad de sobrevivir sin morir de hambre o de miedo.

Y ya pasas a la parte divertida…

Organizar el viaje.

Empezando por la maleta.

¿Qué llevo? ¿Seis pares de zapatos? ¿No es eso un poco-muy, bastante- excesivo?

Y así te ves sentada en el suelo haciendo un tetris para poder guardar en tu maletita de cabina más cosas de lo que nunca has usado en tu vida y, al mismo tiempo, dejando fuera lo esencial.

El cargador, el pasaporte y, por supuesto, los nervios y la habilidad de orientarte decentemente con el Google Maps. 

Y, durante todo ese proceso, te preguntas cosas tan banales como “¿Qué pasa si me roban la maleta? ¿Y si pierdo el vuelo? ¿Y si me enamoro de un desconocido y me quedo atrapada en su país como en La Pasión Turca?»

Tu cerebro te está haciendo un desfile de pensamientos aterradores, pero tú sigues adelante, porque ya lo decidiste.

Y, porque siendo sincera, ya hiciste todas las pagasssiones.

Rica no eres.

Pero te auto animas abriendo una birrita de bien.

“Vas a ser una viajera intrépida”, te dices a ti misma con cara de acojono.

Incluso si eso significa llevar tropecientos cambios de ropa para un viaje de 5 días sin salir de España…

Y es que al final, viajar sola por primera vez es como lanzarte al vacío con un paracaídas que esperas que se abra en el último segundo.

Claro, al principio es un completo caos.

Pero una vez que aterrizas en ese aeropuerto te das cuenta de que sigues viva.

Que ya has sobrevivido al vuelo.

Que sólo te queda seguir con tu maleta.

Que, aunque no tengas todo bajo control, puedes sobrevivir al pánico y hacer que la aventura valga la pena.

Aunque la “aventura” sea en el norte de España…

Y, por supuesto, cuando regresas a casa, no sólo traes souvenirs.

Tienes una historia de caos, confusión y risas para contar…

 … y tú, mientras te tomas un café mirando desde tu terracita en Gáldar como si su vida estuviera completamente resuelta.

Que no es dirección a la Torre Eifflel.

Pero sí tal y como lo imaginaste 😉

 

Y… ahora sí que sí porque vamos con todo y más con el AdfSpotify de esta semana, donde esta zagala que escribe te trae los temasssos de ayer, hoy y siempre.

Este juernes te presento Pa’ Qué Volviste de Elena Rose y María Becerra.

Este teemassso es la canción perfecta para cuando tu ex decide regresar como si nada…

Como si nada significa después de haberte dejado en la mayor ruina emocional.

Así que la zagala, en un arranque de nostalgia y sabiduría infinita, se pregunta ¿Para qué volvió?

Porque, obviamente, todas sabemos que las segundas oportunidades con ex´s son siempre una excelente idea 🙂

Un minuto de silencio…

Pero, claro, volvieron a hacer de las suyas, porque parece que nunca aprendemos.

Y no sólo lo parece.

Nunca aprendemos, wey.

ELENA ROSE, Maria Becerra – Pa’ Qué Volviste? (OFFICIAL VIDEO) – YouTube

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