By ¡¡¡Buenasssssssss buenassssssssss!!!
Queeee es juernes -pseudo lunes- y el cuerpassso lo sabe, ¿eh?
Año nuevo.
«Yo nueva»
Pero los Y si… siguen igual de intensos.
Y si este año sí cumplo los propósitos…
Y si me hago rica y puedo vivir del cuento…
Y si al fin dejo de decir «el lunes empiezo»…
Es enero de 2025 y todos estamos en modo optimista… por ahora.
Pero ya te escribo yo a ti que, a mitad de febrero, estaremos diciendo «Y si mejor lo dejo para 2026» mientras nos comemos otra pizza, nos bebemos ocho birras y abrazamos el caos.
En este nuevo #postdelosjuernes, te llevo a explorar esos «Y si…» que nos motivan, nos torturan y nos hacen soñar.
Porque si en algo somos buenos, es en imaginar lo imposible… mientras seguimos procrastinando.
Y, como siempre, espero que te guste…
#ysíestofunciona
Las trampas mentales.
Ainsssss, los «Y si…»
Esas pequeñas trampas mentales que todos conocemos, amamos y odiamos a partes iguales.
«¿Y si hubiera estudiado otra cosa?»
«¿Y si hubiera dicho lo que realmente pensaba?»
Y mi favorito personal , misiela «¿Y si no me hubiese casado?»
Porque claro, el camino de la vida no sería nada sin un poquito de drama inventado, ¿verdad?
Los «Y si…» son la mejor forma de torturarte a ti misma con cosas que jamás pasarán, mientras ignoras por completo lo que tienes frente a tus narices.
Vamos a analizarlo, bebé…
El «Y si…» es como un videojuego mental donde siempre pierdes.
¿Y si le hubiera dicho a mi crush del instituto que me gustaba?
Probablemente se hubiera reído y ahora estarías viendo fotos de su boda con alguien que tiene el doble de parné que tú.
Pero claro, en tu mente, esa declaración hubiera desencadenado una historia de amor digna de Netflix.
¡Claro que sí, beibi!
Otro clásico es el «Y si hubiera tomado aquella decisión radical».
¿Y si hubieras comprado Bitcoin en 2010? Estarías en una mansión en Mónaco, con cochazo, chófer y bañándote en Moet Chandom.
¿Y si hubieras aceptado mudarte a esa ciudad? Quizás serías feliz y exitosa… o, más probablemente, estarías llorando porque nadie entiende tu acento y echando de menos los baretos de Gáldar.
Por supuesto, el «Y si…» también aplica a las cosas más absurdas…
«¿Y si hubiera aprendido a tocar la guitarra?»
Bueno, probablemente ahora serías la estrella de una banda random de Gran Canaria y, con casi total seguridad, estarías amenizando las fiestas en los pueblos.
En resumen, los «Y si…» son como una telenovela venezolana barata que sólo pasa en tu cabeza.
Drama garantizado y cero resoluciones, misiela.
Pero, ¿sabes qué? Tal vez sea hora de dejarlos ir.
Porque mientras estás ocupada imaginando una versión idealizada de tu vida, estás dejando que la realidad, con todas sus imperfecciones y oportunidades, pase de largo.
Así que, mi queridísimo flan…
«¿Y si dejas de preguntarte tanto y empiezas a vivir de verdad?»
Te aseguro que la vida no será perfecta.
Pero, al menos, será real.
Y eso, créeme, ya es un gran avance 🙂
Y ahora sí que sí, porque vamos con todo y más en el AdfSpotify de esta semana, donde esta zagala que escribe te trae los temasssos de ayer, hoy y siempre.
Hoy te presento una oda poética donde las haya, en la que el gran Arjona básicamente nos cuenta que él y su ex son como el agua y el aceite, pero con más drama y menos química.
Sin Ti, sin Mí es un festival de nostalgia donde cada verso parece decir «no te soporto, pero tampoco sé vivir sin la tortura de tu existencia».
Todo envuelto en metáforas al estilo de «el café sin azúcar» o «Netflix sin internet», pero con la profundidad de un meme romántico de los dos mil.
Porque, claro, el mundo no gira si no se escribe una canción para explicar que ambos están mejor solos pero sufriendo juntos…
O no.
Malgastando en cualquier cama, lo que se nos de la gana, pa´vengarnos de los dos…