¡¡¡Buenassssssssssss buenassssssssssssss!!!
Que es viernesssssssssssssss y el cuerpasssssssoooooo lo sabe, ¿eh?
Sí, viernes.
He andado muy -pero que muy- desaparecida durante casi un mes.
Ojalá decir «no estaba muerta, estaba de parranda», pero la realidad es otra bien distinta…
La currassssion y un centro nuevo han sido los «culpables» de que estuviera missing, bebé.
Así que, tras muchas semanas sin publicar nada y no pudiendo cumplir con el #postdelosjuernes, te deleito con uno en viernesito, misiela 🙂
Más vale tarde que nunca, ¿no?
Y es que mucho se habla últimamente de la palabra «víctima». Sólo tenemos que ir a google y el true crime (idiomas, querida) no para de aparecer por todos lados.
Peroooooo poco se habla del victimismo, concepto que vengo a relacionarles con el aislamiento y que, como siempre, espero que te guste…
El victimismo, entendido como el disfraz que nos permite llamar la atención sobre lo desamparados/as que estamos, es muy…pero que muy dañino.
En la mayoría de las ocasiones se convierte en una estrategia para no hacernos responsables de situaciones que nos pasan en la vida.
Esta forma de actuar seguro que la hemos visto en nuestro entorno.
Es más, yo me atrevería a decir que seguramente en algún momento de nuestra vida hemos actuado en papel de «vísstima» (inserte aquí el meme ) donde se tiende a aislarse, a estar en soledad y sentirnos mal por ello.
¿Existe entonces relación entre el aislamiento y el victimismo?
Cuando una situación nos sobrepasa es normal sentirnos perdidos/as y con ninguna capacidad para controlar lo que nos sucede.
No encontrar trabajo o que un@s amig@s no nos hayan invitado a un evento, por ejemplo, puede generar un malestar que hace que nos sintamos víctimas de lo que ha ocurrido.
Pasadas unas horas o días(dependiendo del suceso dramático) deberíamos ser capaces de alejar ese sentimiento.
En caso de que esto no ocurra, corremos el riesgo de adoptar determinados hábitos poco saludables.
Uno de ellos, el aislamiento.
Cuando hablamos de este concepto, hablamos de un acto voluntario.
Decidimos refugiarnos en casa o no quedar con gente por diversos motivos que tienen que ver con nosotres mismes.
En estas situaciones tendemos a autoengañarnos.
Creemos que los demás nos dejan de lado cuando, en realidad, somos nosotros/as los que estamos evitando esos compromisos sociales, beibi.
Aquí somos nosotres quienes necesitamos sentir que somos importantes para alguien, que si nos alejamos el/la otro/a nos buscará.
Es cuando nos sentimos solos/as sin realmente estarlo o sin que realmente lo estuviéramos antes de alejarnos.
El aislamiento nos ayuda a acrecentar esa sensación de que somos víctimas evitando aceptar la responsabilidad que nos corresponde.
El victimismo y el aislamiento se retroalimentan.
Y aunque entendamos el aislamiento como el hecho de meternos en casa a ver Netflix y sin querer ver a nadie, lo cierto es que esto va mucho más allá.
Y, como tu influensser de confianssa que soy, a continuación te escribiré un par de cositas por las que creo que nos aislamos y que hace que aumente nuestro sentimiento de víctima por la vida:
- Nos aislamos de los demás para sentirnos mal. Así aumenta nuestro sentimiento de «no le importo a nadie», «nadie me quiere»… tú sabeh.
- Buscamos una distancia física y emocional. O cómo evitar tener contacto con otras personas.
- Deseamos llamar la atención. Viendo Netfilx y esperando que los demás vengan a mí. Pd: si ven que me aíslo algún día, vengan a verme con birras 😉
Y ¿sabes qué?
Pues te cuento, querido lector o lectora que, una de las razones que hacen que nos cueste tanto salir del papel de víctima es porque ya estamos en nuestra zona de confort.
Nos quejamos, nos lamentamos, tres lloraditas día sí día no, pero no hacemos nada para cambiar la situación…
Así que, da el primer paso.
Busca ayuda.
Sacúdete todo lo que te hace sentir víctima de encima y tira a la basura lo que te produce dolor y sufrimiento.
Busca espacio a lo nuevo, porque la zona de confort del victimissssmo está genial porque me siento muy cómodo/a y voy fetén, en muchas ocasiones, de cara a los demás…
Peroooooo para une misme
los viajes al otro lado
ya te aseguro que valen mucho -pero mucho- la pena, bebé 😉
Yyyyyyyyyyyyyyy ahoraaaaaaaaa se vienen cositas con el AdfSpotify, donde esta zagala que escribe te trae los mejores hits de ayer, hoy y siempre.
Desde Cuba -y con amor del bueno- les traigo un temasssssoooo de estos pegajosos donde no hay nadie de la isla y parte del extranjero que no lo haya escuchado en boca de los Aseres (que quizá no sepan que es el mismo tema, porque los Aseres se van inventando media canción, por cierto ).
Con La Historia, el zagal cantante une letra pegadiza y ritmos de arrimar cebolleta donde da su versión, por cierto, con lenguaje de adulto y con ciencia ficción…
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