By ¡¡¡Buenassssss buenasssssss!!!
Queee por finnnn es juernesss y el cuerpassso lo sabe, ¿eh?
Hace un par de días-buceando en los mundos de internet- leí que hay un día en septiembre donde se festeja a la gente amargada.
Sí. El día de la gente amargada.
Y es que la amargura es un estado gobernado por las emociones negativas. No lo digo yo, sino un artículo de lamenteesmaravillosa.com; que como la zagala que escribe no va amargada, poco o nada sabe del tema, bebé.
Pero como tu influensser de confianssa lo mismo escribe que busca y contrasta la información, te presento en este #postdelosjuernes un artículo sobre la amargura y cómo salir de la “trampa”…Y, como siempre, espero que te guste…
La amargura afecta a quien se encuentra inmerso/a en un malestar psicológico llenito de emociones negativas, pero también tiene efectos sobre las personas que tienen cerca.
El diccionario indica que la amargura equivale al predominio de emociones como el disgusto, la aflicción, el sinsabor, la pesadumbre y la melancolía. Sin embargo, una persona amargada no suele vivir su situación de forma pasiva, sino que expresa continuamente su malestar. Aunque para los y las demás no es fácil lidiar con alguien que se encuentra en ese estado, lo cierto es que no se debe perder de vista que quien experimenta la amargura es alguien con un profundo dolor incrustado en el alma. Puede ser muy molesto y generar dificultades con otro/as.
En el fondo, lo que necesita es ayuda.
La amargura es una expresión de tristeza y de ira acumuladas y el origen suele estar en eventos del pasado que no han logrado asimilarse o tramitarse. Suele hacer que la persona imprima un sesgo de interpretación negativa a lo que le sucede, lo que a su vez alimenta esta amargura.
En la amargura predominan el dolor emocional y el enfado y, de no resolverse, esta condición tiende a crecer de manera continua, pero también imperceptible. Lo usual es que al comienzo haya hechos o eventos que precipiten la tristeza o el enfado.
Es muy habitual que sea fruto de un resentimiento. Esto es, del enquistamiento de la ira o el dolor provocado por alguna ofensa del pasado.
Ni se puede olvidar, ni se logra tramitar y el resultado es ese estado continuo de disgusto con el mundo que llega incluso a dar forma a una actitud en la que predomina el deseo de hacer sentir mal a los demás.
Y es que – para más inri- muchas personas amargadas no se dan cuenta que están amargadas.
Lo usual es que construyan racionalizaciones para justificar su estado de ánimo y hacerlo ver como una reacción coherente a lo que le rodea o sucede. Siempre encontrarán una razón para su amargura constante, proyectando esa sensación de que están “peleadas con el mundo”.
Y, ¿cómo sé que la amargura ha corrido por mis venas y ha invadido mi pobre corazón?
Pues las principales señales -inequívocas- de que es así (STICKER HACÍ ES) son las siguientes:
- Enfado como estado de ánimo.
- Conflictiva con amigos/as, conocidos/as e incluso, extraños/as.
- Explosividad, sin motivo, ante pequeños conflictos o circunstancias a resolver (que se note que veo a Victor Küppers, bebé)
- Agresividad verbal e, incluso, física.
- Expresión facial y corporal digamos… ¿chunga?
- Juzga con severidad al resto de personas.
Dicho todo esto, también hay que tener en cuenta que la persona amargada es alguien que sufre y necesita ayuda, ya que hay una acumulación de decepciones y frustraciones.
Lo habitual es que la amargura provenga de haberse sentido ignorado/a, invalidado/a o minusvalorado/a en muchas o algunas situaciones.
Uno de los efectos de esto es la tendencia a pensar o sentir en exceso y ocasiona, incluso, agotamiento.
Una de las claves para salir de ese estado es la de hacer más y darle menos vueltas a las cosas.
Piensa en verde, misiela.
Quizá algo de ejercicio, que ayuda a canalizar y consume energía.
Perdonar(te) por esas cositas del pasado.
Perdonar(te) porque las cosas son como son, no como nos gustaría.
Y si ves que solito/a no puedes conseguir no seguir siendo una persona amargada, acude a tu psicólogo/a de confianza para que te ayude en este caminito que, te aseguro, se sale antes que de la rotonda de La Ballena 😉
Yyyy ahora sí que síiiii porque llega el súper hiper mega esperado AdfSpotify, donde esta zagala que escribe te trae los hits de ayer, hoy y siempre (idiomas, querida 😉)
En esta ocasión, te traigo a la que pensaban que era la hermana de la Bichota, donde Becky G, junto a Omega, te canta que sin ella la estás pasando bien -pero no tanto-, ponte las llantas y arranca pa´l carajo…
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